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El psiquiatra y terapeuta suizo Carl Jung es uno de los intelectuales que se dedicó a abordar la herramienta del tarot. A grandes rasgos, sostiene que los seres humanos comparten un inconsciente colectivo, al que define como la sabiduría producida por la mente humana a lo largo de la historia.
El tarot contiene los famosos arquetipos que son parte integrante de este inconsciente colectivo. Los arquetipos son “guías” y/o “modelos” del uso correcto de la energía que somos. ¿Cómo podemos aprovecharlos para mejorar nuestra vida cotidiana?
Silvina Pizarro, tarotista terapéutica y estudiosa de la obra de Jung, acerca mecanismos para que la sabiduría de esta herramienta permee lo cotidiano. Y escoge tres Arcanos Mayores para este análisis.
Expresa que, por un lado, está la energía psíquica que nos habla del uso consciente de los pensamientos. “Esto ya lo plantea la física cuántica con la famosa programación neurolingüística. También se aborda esta cuestión en los terrenos del coaching ontológico y la neuroplasticidad: comprender que aquello que el ser humano decide pensar crea su realidad”, dice.
Agrega que, en este sentido, el Arcano Mayor N°2 (El Mago) nos indica sobre “el buen uso” de esta energía: ¿Qué es lo que decido pensar? ¿Soy consciente de las emociones que me generan mis pensamientos?
“Hay algunos ejercicios básicos en torno al buen uso de esta energía, tales como: la gratitud y el amor. Si pensamos en aquellas cosas que agradecemos que sean parte de nuestra vida y/o en aquellas personas y/o actividades que amamos, nuestra mente realizará diferentes conexiones neuronales que nos permitirán hacer match con nuevas experiencias vinculadas al agradecimiento y al amor. Este ejercicio es mucho más poderoso aún si nos tomamos un tiempo para escribirlo. Es un hábito que, además, me encanta: cada mañana, antes de comenzar el día vuelco sobre un papel todo lo que agradezco ser y tener en mi vida”, nos cuenta.
La tarotista propone algunos ejercicios básicos en torno al buen uso de la energía, tales como expresar la gratitud y el amor. - Créditos: fizkes, Shutterstock / fizkes
Otro Arcano Mayor que trae Pizarro es El Ermitaño (Arcano N°9). “Hay un proverbio chino que dice ‘si eres feliz ahora, así lo serás mañana’. La civilización creó un sistema de medición del tiempo que es netamente útil para el área productiva de la vida, aunque hay otro (el sideral) que es el modo de ser natural del tiempo. Esto quiere decir, siguiendo las palabras del maestro espiritual E. Tolle, que la vida es ahora. Tanto el pasado, como así también el futuro es un pensamiento en este único ahora en que la vida es”.
En este sentido, propone un ejercicio muy simple para “conectar” con este tiempo y que consiste en colocar toda la consciencia en cualquiera de los cinco sentidos, “sin narrativa mental”. Y enumera: sentir el sabor del café, el olor del jabón en la ducha, el sonido del viento por entre las ramas de los árboles y/o detenerse ante la danza de un colibrí en el aire.
Según el terapeuta Erich Fromm esta es una de las actividades más poderosas del ser humano: la contemplación. Es en el silencio, cuando nuestra mente “descansa”, que podemos obtener la claridad necesaria para decidir y obrar de una manera más armónica en nuestro día a día. Desde la psicología profunda, el silencio nos permite escuchar nuestra propia intuición que, en palabra de Jung es “la inteligencia del inconsciente”.
El último de los arcanos que cita Pizarro es La Fuerza (Arcano N°8). Y explica: “Se trata de una fuerza de voluntad interna a la que podemos apelar para transformar nuestras emociones negativas en energía vital”. Según considera, uno de las herramientas más poderosas para lograr esta “alquimia” es la aceptación.
Los seres humanos al igual que la naturaleza de la cual es parte, nos regimos por ciclos. Como dice la canción de Jorge Drexler: “Nada se pierde, todo se transforma”. Es en la comprensión cabal de que, así como el día termina con la noche, el humano también transita procesos de luz y de sombra. La investigadora expresa: “Cuando estamos sintiéndonos abatidos por emociones negativas, tenemos siempre la opción de elegir qué hacer con aquello que estamos sintiendo. Hay una frase de Carl Jung que sintetiza esto: ‘no somos lo que ha sucedido con nosotros; somos lo que elegimos ser’.
“A partir de la narrativa mental del amor propio podemos acercarnos a un lugar dentro de nosotros mismos más apacible para poder hallar parte de la raíz de ese estado negativo. Aceptándolo sin reactividad ni postura defensiva, tendremos más claridad (mental y emocional) a nuestro favor para dar con su posible solución constructiva”, propone Pizarro.
Otro ejercicio que cita es “reconocer nuestros propios demonios, con la finalidad de que no nos jueguen una mala pasada (la famosa ‘sombra’ de la que tanto escribió Jung)”. Respecto de nuestra sombra, la tarotista propone un ejercicio que señala como muy efectivo. “Cuando nos enojamos con otra persona, en general, hay algo propio allí, si no, no nos generaría una emoción negativa. Una pregunta que podemos hacernos en ese momento es: ‘¿Qué parte de mí atrajo esta situación?”.
Según se explaya, aquí se pone en juego la temática del espejo: muchas de las cosas que nos suceden en la vida son un reflejo de la relación que tenemos con nosotros mismos. “Este ‘reflejo’ puede ser tanto por similitud como por oposición. Por ejemplo, si nos enoja el egoísmo del otro, tal vez nosotros seamos iguales de egoístas que esa persona o estemos tan pendientes de las necesidades de los otros que no hacemos uso del derecho del límite”, reflexiona.
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